¿Va mal en el cole? Igual no ve la pizzarra

¿Va mal en el cole? Igual no ve la pizarra La vida nos entra por la vista. Los niños, directamente se la comen con la mirada. Y sin embargo, qué poca atención prestamos a sus ojos pese a la íntima relación entra el fracaso escolar y los problemas de visión.

Un reciente estudio de la industria de la óptica en España desvela que el 29 por ciento de los niños ve con dificultad la pizarra. Y no es lo peor. El 48,6 por ciento se cansa de leer y el 52,5 por ciento se confunde o salta palabras cuando lo hace.

Desde las ópticas asociadas al programa de Descuentos en Efectivo de VENTAJON, recomiendan hacer revisiones a partir de los dos años de edad. “Aunque si el estrabismo (desviación del alineamiento de un ojo en relación al otro) es manifiesto y congénito, el control se realiza desde los primeros meses de vida para evitar complicaciones” precisan.

Existen una serie de signos y síntomas característicos de las alteraciones visuales más habituales que se presentan en la edad infantil a los que se puede dar una solución efectiva:

Miopía, hipermetropía, astigmatismo:

Los síntomas más frecuentes que presentan los niños son: guiño de ojos, queja por no ver la pizarra, se acercan mucho a la pantalla, evitan realizar actividades a la distancia donde su visión no es buena o presentan dolor de cabeza, ojos rojos y/o picos en ellos.

Estrabismo:

Este problema se produce cuando los niños giran un ojo hacia dentro o hacia afuera.

Ambliopía (ojo vago):

Uno o ambos ojos presentan una agudeza visual por debajo de la norma, incluso con su mejor prescripción óptica.

Binocular no estrábico:

Los chavales suelen cursar dolor de cabeza, ojos llorosos, picor o enrojecimiento, falta de concentración y visión doble ocasional. Se suelen tapar un ojo durante la lectura y evitan tareas a la distancia donde se presenta el problema, caso de la lectura o el estudio.

Acomodativo (sistema de enfoque):

Presentan signos de falta de concentración, borrosidad, intermitente, evitan tareas en visión próxima y presentan lentitud en el enfoque. Asimismo, aparecer dolor de cabeza, ojos llorosos, picor o enrojecimiento de ojos y falta de concentración.

Percepción visual:

La mala caligrafía u ortografía, confusión de letras, dificultad de entendimiento de los nuevos conceptos, mal memoria visual o los dibujos no acordes a la edad del niño son lasa señales más significativas de esta disfuncionalidad visual.

Oculomotores:

Presentan claros indicios de lectura lenta y baja comprensión lectora. Suelen seguir el texto con el dedo para ano perder la línea de lectura, se saltan palabras o líneas, realizan movimientos excesivos de cabeza durante l lectura y prefieren otras actividades a los libros.

Lateralidad / Direccionalidad:

Confunden derecha e izquierda, invierten letras y números y son indecisos al usar la mano u otra en las diferentes tareas cotidianas.

La semana pasada mi hija de seis años me dijo que quería unas gafas como las de su amiga Carla. A su edad, jamás le hubiera pedido unas a mis padres. Ni pensarlo. Por suerte, esos prejuicios son cosas del pasado. Las gafas infantiles de colores vibrantes y modelos divertidos las han puesto de moda. Por fin, ya nadie se acuerda del insulto viejuno “cuatro ojos”.

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