agua fría

Lava, preferiblemente, con agua fría

Actualmente, todas las lavadoras del mercado cuentan con diversos programas que se adaptan a lo que tus prendas necesitan, como el de agua fría. Por eso, es clave elegir un tipo de lavado adecuado.

En este sentido lavar con agua fría puede aliviar tu factura. El consumo de energía por calentarla se puede elevar hasta un 85%. Si la ropa no está demasiado sucia, el agua caliente no es imprescindible.

Escoge programas que funcionan con temperaturas bajas. Así, tanto en la lavadora como en el lavavajillas es mejor utilizar temperaturas bajas para conseguir reducir el gasto energético.

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